El Destete de los bebes

El primer año es el momento en el que se realizan los mayores cambios en la alimentación durante la vida de un niño.

Se pasa de una dieta líquida, a base de leche de madre o fórmula, a incluir una serie variada de alimentos sólidos y líquidos, que van a conducir progresivamente hacia un patrón de alimentación de tipo adulto. Es el período que se conoce como el “destete” o el "weaning" y constituye un período de gran trascendencia en la vida del niño

Según Klein, el destete debe empezar a los 6 meses, y recomendaba a la madre hacerlo progresivamente a través de una actitud pacífica y con amor. También recomendaba intercalar la lactancia con el biberón para lograr, paso a paso, la sustitución de objeto.

Las recomendaciones internacionales como la OMS, UNICEF y la AEPED que abogan por mantener la lactancia exclusiva hasta los 6 meses de vida del bebé, y que el destete se produzca cuando la madre y el bebé así lo deseen, nunca antes de los dos años. Esta recomendación es válida para todos los países del mundo, y no solo en los países subdesarrollados. No obstante, por diversas circunstancias debemos ser algo flexibles con este consejo, pero no se debe introducir ningún alimento complementario antes de finalizar el cuarto mes.

Estrategias de destete:

No ofrecer, no rechazar: No garantiza el tiempo que pueda prolongarse el destete. Es el menos doloroso para el niño.

Distracción:  Se trata de identificar los momentos, lugares y circunstancias en los que el niño suele pedir el pecho y anticipar alternativas al amamantamiento, para que el niño dirija su atención hacia algo nuevo y atractivo en vez de hacia la pérdida de algo entrañable como mamar.

Sustitución: Se ofrece comida o bebida al niño para evitar que 

pida el pecho por hambre. No se trata de sobornar con golosinas para que deje el pecho. Sólo funcionará cuando el niño tenga hambre. Hay que tener en cuenta que los niños también maman por afecto hacia su madre, para sentir su cercanía, por consuelo si están cansados, frustrados o con miedo.

Aplazamiento: Con un niño que ya nos entiende se puede negociar la demora de una toma. El niño debe ser lo bastante maduro para aceptar la espera. Se le puede ofrecer algo que le mantenga contento mientras tanto.

Los sentimientos que tiene la madre acerca del destete son importantes, es necesario que se muestre cariñosa, atenta y animada con su hijo mientras dura el proceso. Si se sintiera culpable podría estar poco cariñosa con su hijo, con lo que el pequeño es posible que se volviera ansioso y que exigiera el pecho con mayor frecuencia.

El destete por abandono, es decir, que la madre se separe del niño por unos días, no es recomendable, ya que el niño no solo se ve privado bruscamente de la leche de su madre, sino también de su presencia, que es vital para su salud afectiva y emocional. El destete, al igual que la lactancia y cualquier punto importante en la crianza de un hijo, debería recordarse como algo que se hizo de forma agradable y dejando recuerdos gratos para ambos. Este cambio, tan importante para ambos, deberían afrontarlo juntos, no cada uno por su lado y llorando su pérdida.

Uno de los beneficios de un destete paulatino y programado es que la madre puede ser flexible e ir adaptándose a las circunstancias según surjan. Si un bebé se enfada de forma exagerada o llora e insiste en tomar el pecho a pesar de los intentos de distracción, es posible que el destete vaya muy rápido para él. Otros síntomas que pueden hacer plantear el aplazar un destete son los despertares nocturnos exagerados, un excesivo apego a la madre, temor desproporcionado a la separación, etc. Todos estos síntomas pueden deberse al destete o no, y si la madre se siente preocupada puede aplazar el destete para ver si desaparecen.

Si el destete se hace gradualmente, el pecho va volviendo poco a poco a su situación inicial de reposo, dejando de producir leche. Si es brusco, se pueden presentar afecciones como ingurgitaciones, obstrucciones o mastitis, por lo que la madre debe prestar especial cuidado a su pecho para buscar cualquier signo anormal, como dolor, rojez o calor. Estos síntomas pueden ser una señal de que el destete es demasiado rápido, quizás tanto la madre como el niño necesite un poco más de tiempo.

No tiene sentido ofrecer biberones a los niños que saben beber en vasos de aprendizaje o en vasos normales porque vayamos a destetarlos, pues estamos introduciendo un objeto que tendrá que abandonar nuevamente tarde o temprano, con el consiguiente gasto emocional que implica.

Textos: Mariela - Nanny Psicóloga

Bibliografía:

Esmeralda Moreno Sobrin. (  ). La lactancia materna de madre a madre. Capítulo 22. El destete. Epub: Versión digital

Juan Carlos Vitoria Cormenzana. (2006). El destete es un periodo crucial en la nutrición del niño. Revista pediatría de atención primaria Vol. VIII. Epub: Versión digital

Klein, M. (1932). El psicoanálisis de niños. Epub: Versión digital

Como siempre, estamos aquí para ayudarles con sus niños a cuidarlos, darles amor y hacerlos muy felices.

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Un abrazo, el equipo de Nanny Heart.

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